1. Hemos llegado a 10 días del Mundial y nadie se acuerda ya de las lesiones que acapararon la totalidad de los análisis previos desde hace centenares de días. Los 736 futbolistas que sí llegaron han enaltecido la importancia de un evento de semejante magnitud.
2. Diez días ya y aún no nos distraemos con vuvuzelas, ni silicones paraguayos, ni profetas de ocho tentáculos, ni balones indomables para los porteros. Así de bueno ha estado el Mundial que nos ha permitido enfocarnos en el espectáculo brindado. Muchos goles, varios golazos, récord de volteretas y enormes historias de éxito. A diferencia de lo que he visto desde Italia 90, a este Mundial no le falta nada… ni siquiera Lionel Messi.
3. Argentina siempre ha sido un equipo inútil. La diferencia de lo ocurrido en 1978 y 1986 con el resto de los Mundiales es que Videla en uno, Maradona en otro; hicieron la chamba que les correspondía a todos. Esta versión albiceleste es fiel a su tradición: dependiente, inválida, pasiva e improductiva… Por ahora Messi sobreprotege al resto, vamos a ver hasta dónde aguanta.
4. Lo que sí tiene Argentina, que no gana nada desde la Copa América 1993 y que no pasa de cuartos de final desde hace cinco mundiales, es una afición profesional. A diferencia de los himnos de Brasil, Francia, Estados Unidos, Italia o Inglaterra que todos podemos tararear, el de Argentina es indistinguible, tal es el ruido de los aficionados cuando lo cantan. Después no se cansan de repetir una y otra y otra y otra y otra y otra vez más la misma canción. Y otra más, y otra, y otra, y otra y otra y otra hasta que metan gol. Lo dicho: de profesión, hinchas.
5. Comía ayer en silencio mientras en la mesa de al lado escuchaba a mis colegas argentinos hablando sobre el partido que les enfrentaría a Irán: “¿Che, sho estoy esperando un 7-0 eh?…” El otro respondía: “Y sí… Irán son unos muertos, ¿viste? Si el otro día contra Nigeria los dos equipos daban pena, che.” Un tercer comensal se mostraba menos optimista: “Y a mí lo que me da miedo son las lesiones, che. Esos equipos son muy brutos, van perdiendo y te cosen a patadas, boludo, ¡son terribles!” A mis adentros pensé que Argentina no lo había hecho tan bien contra Bosnia como para que los de la mesa de al lado tuvieran tan alta la moral y también me dije que al menos ante Nigeria, los iraníes habían defendido bien. Hoy no dejé de imaginarme sus rostros hasta entrados en el minuto 89.
6. Cayó el gol de Messi y fue una mezcla de sensaciones. Me dio gusto por la Pulga, porque además del cariño que me merece, es mi capitán en el Fantasy y ya me tiene en el tercer lugar de la Liga FutbolSapiens y 2 mil del mundo. Me alegré también de que Irán perdiera (nada personal contra los futbolistas que se la rifaron, nomás contra el régimen que los somete). El gol de Messi, les decía, me alegró por varias circunstancias, pues además había puesto marcador de 1-0 en mi quiniela del Mundial que llené en Excel, previo pago de 20 dólares y me dio tres puntitos por pegarle al marcador exacto. Sin embargo, fue un festejo agridulce pues del otro lado de la balanza pensé en los argentinos del otro día y en la lección que estoy seguro, no aprendieron.
7. Decíamos los que tratamos de hacerles creer que sabemos, que el problema de Argentina estaba atrás: los centrales, el portero, el lateral izquierdo, los medios de contención, etc… De ahí para adelante los goles estaban garantizados. Pues bien: 180 minutos después el portero es la figura, la defensa se ha comportado a la altura y ni siquiera Gago ha desentonado. Mientras Agüero, Di María y compañía dan pena.
8. Paradojas de la vida: Inglaterra ha estado presente en dos de los mejores partidos que se han jugado en esta muy buena Copa: Inglaterra-Italia y Uruguay-Inglaterra. Argentina en cambio, ha sido protagonista de dos de los peores bodrios que ha tenido este Mundial, como para que no echáramos de menos ediciones anteriores. Pues Inglaterra, que ha estado en los mejores partidos, tiene cero puntos y está fuera; Argentina, que ha estelarizado los juegos más aburridos, tiene 6 puntos y ya está en octavos.
9. Nigeria no ganaba un partido del Mundial desde 1998. Seis derrotas y tres empates después, las Águilas Verdes vuelven a emprender el vuelo con una victoria tan convincente como sufrida. Hace tiempo que Costa de Marfil y Ghana le comieron el mandado a las otrora potencias de la zona: Nigeria y Camerún. Apenas llegó a sus oídos el rumor de que a Concacaf le van a dar como ocho boletos por su gran participación en Brasil y se pusieron las pilas.
10. No sé qué es más increíble: el decimoquinto gol de Miroslav Klose en Copas del Mundo o que a esa edad, y con todos sus achaques, aún se aviente sus mortales… aunque ahora termine aterrizando de pompas.
11. Les hablaba el otro día de cómo hubieron futbolistas históricos nacidos para comerse los Mundiales y desaparecidos durante los 47 meses siguientes, hasta que volvía el Mundial y volvían a inspirarse: Hablaba de George Hagi y traje a Keizuke Honda a colación, pero nadie ilustra mejor esa tendencia que Asamoah Gyan, un mito del futbol que juega y baila muy bonito, se deja ver cada cuatro años e hiberna entre Mundial y Mundial.
12. Una vez batido Manuel Neuer, sólo quedan dos selecciones que no han recibido ni un gol en este Mundial: Nigeria y México.
13. Curioso caso el de los Boateng: Jerome no canta el himno de Alemania, Prince no canta el himno de Ghana. Jerome es medio intelectual, Prince es todo un malandro. Jerome es un tronco, Prince es un crack. Si Prince tuviera la disciplina de Jerome, optaría al Balón de Oro. Si Jerome tuviera la disciplina del truhán de su medio hermano, tendría que dedicarse a vender salchichas.
14. Clasificados a octavos están Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y Holanda. Si antes se decía que la Eurocopa era un Mundial sin Brasil ni Argentina, ahora está claro que la Copa América es como la Copa del Mundo… nomás que sin Francia ni Holanda.