1. La gente pocas veces dice la verdad. A veces mentir es un acto premeditado, ventajista y traidor a la confianza. Otras mentimos por costumbre o por piedad. La mayoría ni nos damos cuenta porque para empezar nos estamos mintiendo a nosotros mismos. Decimos que un viaje estuvo de lujo cuando no hicimos más que sufrir cada segundo de él, contestamos automáticamente “bien, ¿tú?” cuando nos preguntan qué tal, y en ese “¿tú?” ni siquiera esperamos respuesta… ¡Ay de ti cuando alguien está al borde del suicidio y atenúa su pesar con un “aggh, más o menos…” Entonces ya valió madres, te tienes que parar a escucharlo y consolarlo. En fin, ya sea para evitar explicaciones, para no desilusionar al interlocutor o por simple y falso optimismo la gente que anda por acá nunca les va a decir que Maracaná es decepcionante. Pero no se dejen engañar.
2. Lamento no haber conocido el original, pero lo que quedó es un recinto mundano, que no impone por fuera, ni inspira por dentro. Oxidado, mal pintado, gris… ni siquiera tiene acabados que den fe de que al menos se trata de un estadio nuevo. Ni grande, ni chico. Ni moderno, ni clásico. Ni lindo, ni feo. Convirtieron Maracaná es un estadio normal. ¡Qué hijos de puta los que lo remodelaron!
3. Desde el principio sostuve que España había preferido morir antes que renovarse y está por escrito. Pero ahora resulta fácil clamar en contra de un técnico que decidió apostar por quienes fueron durante dos Eurocopas y un Mundial los mejores del planeta. Ya en los días previos a la Euro pasada muchos aseguraban que España fracasaría en Polonia y Ucrania por no calibrar el relevo generacional. Y sin embargo, España salió campeón.
4. Prácticamente no hay boxeador invicto que sepa retirarse en el momento justo previo a ser zarandeado, antes de que el declive natural se convierta en debacle total. ¿Cómo iba entonces a saber Del Bosque que su equipo iba a valer madre antes de que valiera madre? La crisis es el único motor del cambio, esa es la cuestión.
5. Muchas personas se han sacado foto con Hugo Sánchez. Algunas menos se han fotografiado con José Ramón Fernández. Casi nadie ha salido junto a ambos en ninguna foto. Y creo que sólo yo puedo presumir un retrato en medio de la sonrisa falsa de uno, la desencajada cara larga del otro… en pleno Maracaná y con España perdiendo al descanso.
6. Al final no sólo fui testigo del Macarenazo (dale a tu cuerpo alegría…), sino de uno de los días más tristes de José Ramón Fernández. Gracias a ESPN, viví y no me contaron tan histórica efeméride.
7. El modelo que impulsó el sistema de futbol posesión-posición a lo más alto y que inició por ahí de 2005 empezó a ser triturado por el Bayern el año antepasado, cuando venció 7-0 al Barça post Guardiola. Luego se cayó en pedazos cuando Brasil goleó a España en la Confederaciones. Y terminó de derrumbarse en la última Champions con el Bayern de Guardiola. Chile no tiró el Muro de Berlín hoy en Maracaná… simplemente recogió la última piedra que quedaba.
8. Francia en 2002 no metió ni un solo gol. Italia en 2010 quedó fuera en un grupo de risa. Ahora España abdica casi antes de empezar. Tres de los últimos cuatro campeones del mundo han quedado fuera en la fase de grupos.
9. Si algo soy incapaz de tolerar desde niño es tener que salir del estadio antes de que acabe el partido. Pensé que lo comprendería de adulto o que al menos podría tomar mis propias decisiones y quedarme hasta el final, pero cuando sales en grupo te jodes porque la gente que te acompaña siempre quiere perderse los minutos finales. Tanto sacrificio para llegar hasta ahí, tan caro que sale el precio del minuto por entrada, tan históricos e irrepetibles que pueden llegar a ser algunos partidos de futbol y la gente, la gente que te acompaña, siempre parece tan ansiosa por salir del inmueble como si de la fiesta de su tía abuela se tratara.
10. Hay excepciones, por supuesto. Como cuando tienes la piel delgada y eres sensible a las imágenes explícitas, cuando no puedes sobrellevar que masacren a tu equipo. Hugo Sánchez llegó 20 minutos tarde con esposa y niñas enfundadas y pintadas de Madre Patria. Cuando se levantó al minuto 70 creí que iba al baño porque nadie lo siguió camino a las escaleras… Hugo gesticulaba pero Isabel es de las mías, claramente se oponía a salir del estadio. La escena en las gradas del Pentapichichi articulando con vehemencia un «vámonos» tras otro, ante la rebeldía de su familia fue un espectáculo muy superior al que pudieron ofrecer Alexis, Vidal y compañía en el escenario… ya no hablemos de los muertos que tenían en frente. Hugo contaba desesperado e impaciente desde las escaleras que conducen al pasillo de salida “uno…. dos…” Y ante la impasividad de su señora volvía a contar desde uno para no tener que decir «tres», lo que ineludiblemente lo habría orillado a irse solo o regresar a su asiento con la cola entre las patas. Al final, más por amor que por sumisión, madre e hijas obedecieron al padre de familia que indignado por la derrota salía del estadio.
11. Dios bendiga y poroteja en su santa gloria al árbitro japonés del partido inaugural. Si no le hubiera tomado el pelo al mundo marcando penal para Brasil, ahora estaríamos por debajo de Croacia y al borde de la eliminación.
12. Por cierto, aquellos que clamaban indignados por la diferencia de goles no cobrada contra Camerún por culpa del abanderado colombiano, ya pueden estar tranquilos porque pase lo que pase, contra Croacia el goal average no podrá ser factor de desempate.
13. Permanentemente desordenado, nulo defensivamente, con Eto’o en la banca y Song expulsado de la manera más imbécil. Sólo faltó que los cameruneses acabaran a trompadas entre ellos a medio partido… Ah no, eso tampoco faltó.
14. Es inexplicable lo de Holanda. Cuando van de favoritos no aguantan la presión y decepcionan. Cuando parten como víctimas son más despiadados con el rival que el villano de Naranja Mecánica. Cuando empiezan de víctimas y su sorprendente partido hace cambiar la opinión pública, que los pone de nuevo entre los favoritos, entonces Holanda vuelve a sufrir hasta con Australia. Y así sucesivamente, por los siglos de los siglos amén