1. Cachirules, dópings, fiestas, prostitutas… ya nomás esto nos faltaba. A falta de logros futbolíticos, México siempre se las arregla para dar la nota extra cancha. Gritarle puto al portero rival es una borregada a la que nunca le vi el chiste. Denota baja educación, ingenio y originalidad, antes que homofobia. Aún así todo este argüende puede ser una buena excusa para recomponer el rumbo y gritar algo más acorde a la ancestral picardía mexicana.
2. Ninguno de los participantes, sólo la novel Bosnia, había esperado tanto para jugar un Mundial. Colombia volvía a la Copa del Mundo tras 16 años y para su suerte, tenía que hacerlo sin su máxima figura: uno de los mejores 10 si no es que cinco futbolistas del planeta. ¡La que estarían armando James Rodríguez y Juan Cuadrado si tuvieran a Falcao en lugar de a Teófilo! Colombia acompañará a Chile y Holanda en octavos de final y ya superó a la generación de Valderrama, Higuita y compañía que nunca pudo sumar dos victorias en un mismo Mundial. Lástima que bailen tan feo.
3. Desde el pasado 6 de diciembre nos relamimos los bigotes saboreando los duelos que nos tenía reservado el Grupo C del Mundial. Contrario a la premisa de que cuanto mayor es la expectativa, más probable es la decepción; cada duelo del grupo de la muerte le ha hecho honor a su nombre. Uruguay murió contra Costa Rica y renació contra Inglaterra, que ya murió dos veces y sin embargo, sigue con vida.
4. Otra premisa del futbol que suele cumplirse es que cuanto menor es la expectativa de un partido, mayor es la posibilidad de que resulte entretenido. Sin embargo en Brasil 2014 los pocos juegos que se avecinaban como bodrios han sido taly como esperábamos: Nigeria–Irán, Grecia–Japón… y aún faltan Ecuador – Honduras y Argelia – Corea.
5. Merecimientos y circunstancias aparte, es innegable que Uruguay e Inglaterra fueron fieles a su genética y tradición. Uruguay ganó a la uruguaya, Inglaterra perdió a la inglesa..
6. Para ver un gran partido, lo primero que necesitas es a dos buenos equipos. Inglaterra ha actuado en los dos mejores partidos del Mundial, lo que no habla mal de ellos.
7. Rooney empezó con la selección a los 18 años. La Eurocopa se jugaba en Portugal y el irreverente se echó el equipo a las espaldas, anotando cuatro goles que, como siempre ocurre con Inglaterra, no sirvieron para nada. Desde entonces Rooney sólo anotó goles para la selección en comerciales de Nike. No volvió a meter gol en ninguna Eurocopa y hasta hoy consiguió su primer gol en Copas del Mundo. Tras fallar dos clarísimas, por fin logró sentirse liberado dando fin a una maldición que se extendió durante 10 años: gol. Sólo cosas buena podían ocurrir una vez que la sequía había llegado a su fin. Rooney celebró a lo grande, era el rey del mundo, el líder de una Inglaterra que jugaba bien e iba por la victoria y entonces ¡pam! Luis Suárez lo dejó con cara de tonto.
8. Lo que más me impresiona de Suárez es su tiempo de reacción. Nunca vi a un jugador sonreír tan rápido tras disparar, al grado de que si observan la repetición de ambos goles, concluirán que remata ya con sonrisa de oreja a oreja.
9. Veíamos en la oficina el partido. Tras el empate todos coincidían en lo evidente: Inglaterra iba a ganar. Yo, por presentimiento y sobre todo, por mi adicción a llevar la contra dije que sería al revés, que Uruguay liquidaría a Inglaterra de un golpe. Dicho y hecho. Los genes son los genes.
¡10. Qué malo es Martín Cáceres! Titular indiscutible de mi anti 11, compartiendo zaga con Rio Ferdinand y Jerome Boateng.
11. ¿Les digo algo? Ya se ha jugado el 35% de los partidos del Mundial.
12. Ayer me fui a dormir sin rendirle el mérito que merece Tim Cahill. Meter 5 goles en Copas del Mundo cuando juegas para Australia no requiere palabras, sino aplausos.
13. Japón está al borde de la eliminación. Definitivamente los nipones saben tratar la pelota y llegar desahogados hasta tres cuartos de cancha. Su dilema es que el futbol solo acepta goles como forma de pago y sin ellos jamás ofrecerá recompensa. Japón no puede meter goles, siempre le costó el triple que al resto.
14. Juega bien: toma la iniciativa, triangula, avanza, acompaña, prueba por dentro, por fuera, de larga distancia, pero igual se la pela. SI tan solo el futbol no le diera tanta importancia a eso de meter goles, entonces Japón sería potencia mundial. Si todo torneo tiene su campeón sin corona: aquel equipo que hizo el gasto mientras otro hizo los goles; para mí Japón es el caballo negro sin crin de Brasil 2014.