1. Y que a los italianos les aplican una taza de su propio chocolatote, esa que fue su receta durante tantos años: meto gol, te espero, te cierro espacios y aguardo a que pite el árbitro el final mientras te tengo en jaque al contragolpe. Costa Rica ha jugado 180 minutos perfectos, salvo una distracción de Junior Díaz cuando perdió la marca y cometió penal contra Uruguay. Por eso tiene seis puntos.
2. Los más drogados, unos mil en todo el mundo, pronosticaron que Costa Rica se llevaría un punto de la fase de grupos y que esos dos puntos perdidos por uno de los gigantes definiría quién tendría que hacer las maletas temprano en el Grupo D. Un centenar de arrojados fueron más allá y estimaron que Costa Rica se iría con una victoria del Mundial. Una decena de familiares y amigos, los de aquellos futbolistas que son más queridos por los suyos, aventuraron que Costa Rica iba a clasificar. Uno, solamente un habitante en el planeta tierra predijo que Costa Rica clasificaría sin siquiera necesidad de jugar el tercer partido. Ok, me la mamé, nadie en el mundo está tan deschavetado…
3. ¡Qué razón tenías, Chepo! Perder contra Costa Rica es un honor. Nos pone hoy a la altura de selecciones del nivel de Italia y Uruguay, lo que no puede ser más que motivo de orgullo. Por entonces era imposible saberlo, ojalá llegue el día en que nos perdones.
4. No sólo es que Costa Rica esté clasificado de antemano y deje a Italia, Uruguay e Inglaterra (eliminado) arreglárselas como quieran para dirimir el boleto restante. Los ticos parten el queso en el grupo de la muerte, deciden quién avanza y a quién cortarle la cabeza, al grado de que si a Italia le basta el empate con Uruguay para clasificar es gracias a que Costa Rica no se ensañó con los italianos (1-0) como sí con los uruguayos (3-1), lo que le permite a la azzurra una mejor diferencia de goles.
5. Ya no importa que pierda por goleada los dos próximos partidos. Tras lo hecho hasta ahora Costa Rica debe ser considerado el pura sangre negro, el minotauro oscuro, el caballo de troya color azabache del Mundial. Lo de caballo negro le queda muy corto.
6. Corea del Norte en 1966, Camerún en 1990 y Costa Rica en 2014. Todos los Mundiales tienen sorpresas, pero sólo cada 24 años ocurren milagros.
7. En los análisis previos a la Copa del Mundo me llené la boca diciendo que a la pobre Costa Rica ya la habían echado del Mundial hacía meses, el día del sorteo. Yo siempre tan atinado, la neta a veces hasta me da pena cobrar. Lo único que me salva es que en el análisis previo al sorteo escribí que «Costa Rica demostrará que Concacaf no es tan chafa como seguimos creyendo.» Ya saben que en esto de los pronósticos a veces empato, pero nunca pierdo.
8. Lo mejor de todo esto es que nuestros hermanos ticos, por fin y de una vez por todas dejarán de vivir del Aztecazo. Ya era hora.
9. Italia no participó en los Mundiales de 1930 y 1958. Llegó a la final en 1934, 1938, 1970, 1982, 1994 y 2006. Se quedó en semifinales en 1978 y 1990. Podemos decir entonces que ha tenido ocho Mundiales exitosos. En contraparte se quedó en la fase de grupos en 1950, 1954, 1962, 1966, 1974 y 2010. Podemos concluir que ha dado pena en seis ocasiones y aún no se cansa de hacer el ridículo . De modo que sólo nos quedan tres Mundiales (1986, 1998 y 2002) en los que Italia se quedó a medios chiles, ya sea en octavos o en cuartos de final. Son alérgicos al término medio.
10. Los futbolistas de España, Inglaterra y muy pronto de Uruguay o Italia tendrán más tiempo para estar en la playa con sus novias o sus hijos y descansar tres semanas más de lo que tenían planeado. El deporte profesional es el único trabajo en el que el mayor castigo de todos es irte de vacaciones.
11. Hace diez años Philippe Senderos y Johan Djorou eran centrales del Arsenal. No puedes llegar a un Mundial a jugar con la defensa del Arsenal, mucho menos si es modelo 2004 y encima pretender que Francia te meta menos de 5 goles.
12. Griezmann y Pogba se vieron bien contra Honduras. Giroud y Sissoko ocuparon sus puestos contra Suiza y lo hicieron igual o mejor. Los primeros entraron de cambio al segundo tiempo y no bajaron el listón. Cuando funcionan titulares y suplentes por igual, cuando todos andan bien, entonces has dado con un equipo campeón. Francia tiene la pasta.
13. Sé que el día previo al Mundial pronostiqué que los 32 equipos fracasarían, pero créanme que a mis círculos íntimos siempre les confesé mi fe en dos gallos: Francia y Holanda. No andaba tan perdido como creí. (Sí, avísenle a Deschamps y van Gaal que ya valió madre… los acabo de salar oficialmente).
14. El Mundial está buenísimo, parece una carrera de Nascar: choques, velocidad, rebases, volteretas, abandonos… Lo único que espero es que las sorpresas sigan sorprendiendo y para eso se necesita que sean de vez en cuando y no a cada rato… Al principio es divertido ver caer a los grandes, pero hay que tener cuidado… no vaya a ser que se nos pase la mano y al final nos queden Corea y Turquía en semifinales, como ocurrió en 2002. Créanme que eso no tuvo ni pizca de gracia.