Ganar 5-0 es relativo. Un correcto resumen para quien se perdió el monólogo del Camp Nou debería ignorar los goles (anecdóticos) y enfocarse en todo lo demás: el baile, el toque a mitad de campo, los taconcitos, los túneles, las paredes, el desesperado y estéril correteo blanco por un balón que nunca fue capaz de tocar cuatro veces seguidas.
Independientemente de mi poca afinidad para con la Fiesta Brava, ahora es cuando entiendo por qué los Toros están prohibidos en Catalunya. ¿Para qué quieren toreros, si tienen al FC Barcelona? ¿Quién puede ofrecer una mejor faena que Xavi, Iniesta o Messi? ¿Para qué ir a la Plaza de Toros si en el Camp Nou hacen más o menos lo mismo, y sin rasguñar a ningún animal? ¡Olé, Olé, Olé, Olé, Olé!
El Barcelona de Guardiola ganó seis copas en 12 meses, salió bicampeón de Liga con 99 puntos, casi solito hizo que España ganara el Mundial, y venció al Madrid cinco veces consecutivas. El lunes escribió un nuevo capítulo de la Biblia balompédica con un 5-0 dedicado a todos aquellos amnésicos que tan pronto se olvidaron del 2-6 en el Bernabéu.
Lo curioso es que el Real Madrid ha forjado su propia desgracia. Aunque el tigre blaugrana anhele dormir tras indigestarse con tanto banquete, los merengues se empeñan en rascarle los testículos gastándose las perlas de la virgen en Kaká y Cristiano un año, trayendo a Mourinho al otro, inventando tonterías en As y Marca siete veces a la semana, 365 días al año… y en consecuencia, haciendo hasta lo indecible para que temporada a temporada su rival, lejos de bajar la guardia, incremente su sanguinario apetito. ¡Y Margarito pensaba que lo de Pacquiao había sido una madriza!
Duden de Dios, pero no de Guardiola. Comparen a Pelé y a Maradona, pero no osen mezclar a Messi con Cristiano Ronaldo. La ley de la gravedad es relativa; el juego que hace el Barcelona, no. Cuestionen la redondez de la Tierra, pero no insinúen que el Barça está sobrevaluado. Si ante la evidencia, este no es el mejor equipo que en cualquier tiempo haya pisado un campo de futbol, entonces díganme qué diantres es.