Primera llamada… Ahora sí, podemos decirlo sin tapujos ni inhibiciones: el mejor equipo de todos los tiempos tiene a dos mexicanos en su plantel. Gudjohnsen se marchó al Monaco y dejó al FC Barcelona con apenas seis mediocampistas, incluido Jonathan Dos Santos. En enero, cuando Keita y Touré se vayan a la Copa África, Jona solo tendrá a Xavi, Iniesta y Busquets por delante. ¡Lo que son las cosas! Este año, Jonathan jugará más minutos en el Barça que Giovani en el Tottenham.
Segunda llamada… Nos mantenemos en cuarto lugar, permanecemos debajo de Estados Unidos, seguimos ganando en el Estadio Azteca y continuamos perdiendo fuera. Las cosas no han cambiado absolutamente nada en el Hexagonal y ya empiezo a leer que México va a sacar la victoria en San José. Si Costa Rica pierde, caerá del liderato al cuarto lugar; pero como todo concacafquiano que se precie, el sábado en casa su endeble selección se transformará en un temible monstruo de once cabezas que saldrá a devorarnos. Esa historia ya la vi en Kingston, San Pedro (dos veces), Columbus y San Salvador. Toca el Episodio VI.
Tercera llamada… Teníamos varias computadoras en la oficina, pero sólo dos con Internet. Quería escribirle un mail a la chava que me tenía cacheteando la banqueta y aguardé ansioso al momento en que Enrique Garay dejara libre la máquina. Cuando por fin se levantó, giré a diestra y siniestra y, sin moros en la costa, me apresuré a abrir el Explorer. Escribí la dirección de correo electrónico apuntada en mi palma izquierda en lo que, más tarde sabría, se llamaba barra de navegación. Cuando apreté Enter no pasó nada… Pocos días después supe abrir mi cuenta en Hotmail y enviarle un par de mensajes a Yolanda, de los cuales sigo esperando respuesta. Era 1999: me habían bateado de nuevo, pero por primera vez le hablaba de tú a la computadora.
Comenzamos… Hoy, a 10 años de mi primer mail, por fin estreno blog. Sí: un poco tarde, pero sin sueño. Nos vemos en FutbolSapiens.com.