Es pálida, fría, difícil y pesada; amén de tener las orejas demasiado grandes. Sin embargo, es de lejos la más deseada. Tocarla, besarla y sobre todo empinarla es el sueño más anhelado de sus mil pretendientes.
Sus romances con Ajax, Liverpool y Milan son de dominio público, pero pertenecen al pasado. En los últimos años la dama coquetea con cuatro o cinco miembros de la aristocracia y al resto no le deja ni acercarse.
Paris Saint German puede dar fe de ello. Sabida la imposibilidad de conquistarla sin mucho dinero, el club qatarí ha puesto a su disposición a la ciudad más romántica del planeta, montonal de alhajas, las dos joyas más caras jamás vendidas incluidas… y ni siquiera la ha podido oler. Ella, tan distinguida, jamás se dejaría manosear por dedos de tan bajo linaje.
Tottenham Hotspur por el contrario, es el yerno ideal: joven, apuesto, de alcurnia londinense, con residencia en Wembley y prácticamente virgen. Lo ha hecho todo bien: genera sus propios ingresos, invierte en su academia, rechaza millonarias ofertas por sus valiosas posesiones y sigue al pie de la letra todos los pasos que supuestamente conducen al éxito. Pero el chico modelo, a ella, no le interesa lo más mínimo. Demasiado moderno para sus gustos.
A ella le seducen cortejadores a la antigua, como el Bayern Munchen: un viejo enamorado con el que ha tenido apenas un par de deslices en 40 años, pero con quien siempre anda galanteando. Aunque es difícil y reservada, su conducta no deja de ser liberal. Sus flirteos con la Juventus, la Vieja Señora, van más allá de la amistad. Eso sí, en el último momento siempre entra en razón y sale corriendo, para dejar a su enamorada vestida y alborotada.
Eso sí, de nadie se ha burlado tanto como del Atlético de Madrid, pobrecito. ¡Cómo ha jugado con sus sentimientos! ¡Qué manera de calentarle los güevos, la muy puta! Le ha hablado al oído, le ha dicho que será suya. Lo ha engañado una y otra vez. Así era antes con el Barcelona, que en los últimos años se convirtió en su amante predilecto. Pero al mayor enemigo de su esposo no lo quiere tanto como para plantearse el divorcio. Pues más allá de unas cuantas y esporádicas aventuras, la Champions está casada, felizmente casada. Con el Real Madrid.