Blanco y negro en los treinta, sepia en los sesenta. El 90% de las copas que tanto presumen son respaldadas por antiguas fotografías y algún video que no logra transmitir emoción ninguna. Reconozco que nunca fue un club digno de mi mediana simpatía, pero desde que encima trajeron a ese insoportable entrenador que tanto ganó en el Inter, se volvieron más odiosos que nunca. A muchos no les gusta que escriba de este tema, pero de veras no puedo evitarlo:
En la temporada 2009-10 gastan una millonada y revientan el mercado en tiempos en los que todos los equipos del mundo apelan a la austeridad. Robinho y otros tantos se largan. El saldo: ni Copa, ni Liga, ni Champions. Lejos de modificar su indignante y despilfarradora política, este verano vuelven a lo mismo: cantera cerrada y cartera abierta. El Ma (si Reinoso llama al América “el Ame”, yo a estos les digo “el Ma”) se gasta 400 millones de Euros en apenas dos años.
Como no era suficiente, la obsesión por ganar a cualquier precio los lleva a entrarle con todo al mercado de invierno, y entonces se da el traspaso de Adebayor. Por capricho del técnico habían traído un tercer ‘9’ que los llevaría a la cúspide, y que terminó anotando cinco miserables goles. Si el balance final de la temporada es más o menos decente se debe, para no variar, a las actuaciones de su maravilloso portero… ídolo de todo el país.
Esta temporada iba que volaba para ser de nuevo un fracaso estrepitoso. Dicen que el entrenador de cuyo apellido no quiero acordarme, pero también empieza con M de Madrid, ya tenía las maletas hechas para volver a su amada Italia, pero en un desgraciado partido de abril, jugando horrible como siempre, venció 1-0 al odiado rival, y le arrancó la Copa en sus narices.
Como sabemos, cuando los enfrentaron en Liga, empataron en casa y perdieron de visita. Y de la Champions mejor ni hablamos; pero con ese partido de copa, la venta de humo para el año entrante quedó garantizada. Barcelona enfrentará en la Final de la Champions al Manchester United, su archienemigo además ganó la Liga con semanas de anticipación… pero ellos fingen ser muy felices con la conquista de la vetusta y baladí Copa.
Y más les vale, porque les salió carísima. Casi tanto como la Copa del Rey al Real Madrid. Pero esa es otra historia… aunque sea igualita.