Categorías
Brasil 2014 Reflexiones Mundialistas

14 Reflexiones de Brasil 2014 | Día 6

1. Quería que ganara México, claro. Aunque desde Corea 2002 que no soy muy fan del producto selección, la verdad. Por diversas circunstancias que relataré en otro momento llegué al repugnante extremo de celebrar a todo pulmón en el estadio de Leipzig aquel gol de Maxi Rodríguez que nos eliminaba de Alemania 2006. Reciente y paulatinamente me he reconciliado con el Tri, pero hoy me levanté con más ganas de que perdiera Brasil que de que ganara México. Inicié mi cobertura del día desde temprano, oyendo las respuestas a las típicas preguntas de los reporteros a la afición que iba llegando temprano: ¿quién va a ganar hoy? ¿cuánto van a quedar? Los mexicanos vaticinaban un empate o una mesurada victoria, mientras los desubicados brasileños, completamente inconscientes del patético nivel de su selección y de los antecedentes inmediatos contra México, coincidían en vaticinar una goleada. El más comedido contestó “Treis a zerou…” Entonces escuché al cuarto imbécil seguido pronosticar que Brasil ganaría 5 a 0 y ahí sí me calenté.

2. Desde el primer segundo y hasta el último minuto la selección tomó la iniciativa. Enchufados, mentalizados, ofensivos. Presa de sus limitaciones, claro está que no hay tanto talento como en otras selecciones, ni siquiera si comparamos hombre por hombre a esta selección con nuestros representativos pasados. Pero México jugó como si supiera, con actitud y valentía: empezando por el técnico y acabando en el portero. México buscó la victoria en todo momento, hasta el último cambio y hasta la última jugada. Si México pudo empatar fue gracias a que jamás buscó el empate. Más allá del resultado, que no deja de pagar un mísero punto, Miguel Herrera dignificó esta tarde nuestro futbol.

3. Hay maneras de empatar. El punto arrancado es lo de menos, lo importante son las sensaciones que deja haberlo obtenido de la manera en la que se obtuvo. Sin virtuosismos porque la selección ahora mismo no tiene quien fabrique florituras. Sin apedrearle el rancho a Brasil pues queda claro que Ochoa tuvo bastante más Chamba que Julio César. Pero con orden, solidaridad, ambición, dignidad y las tres H de las que hablamos el otro día: honor, humildad y huevos.

4. Bien pudo ser medio de contención y jugar en Puebla, o estar registrado en Federación como defensa central del Toluca. No importaría cuánto se esmerara en cagarla, porque jamás le habrían regalado ni media portada. Pero Guillermo Ochoa es portero, y por si fuera poco jugaba en América. Todo se magnificaba cuando se trataba de él: paradas normales eran atajadas milagrosas y errores debatibles se vendían como osos del siglo. En un futbol como el nuestro, donde suele reinar la cobardía, él se atrevió a triunfar. Desertó de su confortable burbuja e ignoró las adulaciones de un club de fans casi tan grande como el de haters que aprovechaban la menor oportunidad para evidenciar sus imperfecciones. Memo nos mandó a freír espárragos a todos y se enroló en el peor equipo posible. Lo salvó dos años del descenso hasta que las cosas cayeron por su peso al tercero. Si así lo quiere, aún le quedan cuando menos 10 años en el futbol europeo. Se acabó el prólogo: la historia de Guillermo Ochoa comienza ahora.

5. No son las jóvenes promesas salidas del campeón sub 17. Tampoco son veteranos que buscan saldar deudas de Mundiales pasados. Oribe Peralta no tuvo oportunidades en Morelia, perdió su juventud en el banco de Santos y fue mil veces cedido hasta que por fin un entrenador se decidió a apostar por un futbolista que venía siendo la figura de los entrenamientos desde los 16 años. La historia de Layún es de sobra conocida y la de Memo Ochoa la acabo de recapitular. Oribe tiene 30, Memo 28 y Miguel 26. Viven su primer Mundial (en el caso de Ochoa, primer Mundial en la cancha) en la cúspide de sus carreras y tras librar el doble de obstáculos que la mayoría. El común denominador de la generación de futbolistas que conforma la base de la selección del Piojo es la del triunfo sobre la adversidad.

6. El empate no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda de Memo. Memo no hubiera podido ayudar a sacar el empate si el Piojo no hubiera optado por darle la titularidad. El Piojo no hubiera optado por darle la titularidad que permitió a Memo ayudar a sacar el empate contra Brasil si la FMF no lo hubiera nombrado técnico de la selección. Y la FMF no podría haber nombrado al Piojo técnico de la selección para la repesca contra Nueva Zelanda si no hubiera sido por la ayuda de Estados Unidos contra Panamá. Por ello y porque es de bien nacidos tener memoria, hay que agradecerle a Graham Zusi el haber metido el gol que orilló a nuestros directivos a nombrar al técnico que hizo titular al portero responsable del empate de hoy contra Brasil.

7. La chilena de Jiménez al final del partido contra Panamá, la voltereta de último minuto de Estados Unidos contra la misma y mártir selección canalera, el escandaloso derrame de puntos en el Estadio Azteca, la enésima derrota contra Estados Unidos, etc… Si a pesar de todo México calificó al Mundial fue seguramente porque eso a lo que algunos llaman Dios así lo quiso, y como tantas cosas que ocurren de sopetón en la vida, tenía planeado algo grande. Ya ven que Dios, raramente toma cartas en asuntos de verdadera importancia.

8. Dicho y exacerbado lo anterior, volvamos al piso. El rival es Croacia. Lo es desde hace nueve meses, el día del sorteo y lo será en cinco días cuando toque enfrentar a un equipo que en alguna zona del campo y concretamente de la mitad para arriba, tiene a jugadores mucho más consagrados que los de Brasil. Sabíamos desde siempre que Brasil clasificaría, intuíamos que Camerún quedaría fuera y que todo se decidiría en ese último partido. De poco servirá la gesta de hoy si difunde la fatal consecuencia de subestimar a Croaciaa: el verdadero rival mexicano.

9. Terminada primera ronda y tras 17 partidos…
Equipos Concacaf: 67% de puntos disputados (3 victorias, 1 empate, 1 derrota)
Equipos Conmebol: 62% de puntos disputados (4 victorias, 1 empate, 2 derrotas)
Equipos Uefa*: 50% de puntos disputados (3 victorias, 1 empate, 3 derrotas)
(((*Excluyendo partidos entre equipos de la misma Confederación)))
Equipos Asia: 33% (0 victorias, 2 empate, 2 derrotas)
Equipos África: 26% (1 victorias, 1 empate, 3 derrotas)

10. Nadie daba un quinto por Brasil hace un año. Habían cambiado de entrenador, estaban por debajo del lugar 20 en el ránking FIFA y nadie osaba darle el cartel de favoritos en su propio Mundial. Entonces llegó la Copa Confederaciones, hicieron un buen partido contra una España que después comprobaríamos, ya andaba en declive y de la noche a la mañana todo mundo volvía a tenerlos en cuenta. Pero siguen siendo unos muertos, sobre todo de medio campo hacia adelante. Lamentablemente muchos esperaron a que Brasil empatara contra México para darse cuenta de que su favorito no trae nada.

11. Otra cosa es pensar que México pudo empatar gracias a que los de Brasil son unos pendejos. La prensa suele enaltecer al rival mundialista durante meses y meses para luego desairarlo en 90 minutos cuando su único pecado es perder (o empatar) contra México. Dicen “¡Qué decepción Camerún!” “¡Qué penoso Brasil!” donde antes se podía escuchar: “Los cameruneses tienen un físico impresionante y juegan en Europa…” “Los brasileños son firmes candidatos a ganar el Mundial…” Primero inflan a los rivales, producto de su desinformación, y luego demeritan los triunfos de la selección tras darse cuenta de última hora que los rivales no son para tanto. Quiero ver qué dirán mañana cuando el “penoso” Camerún ponga a parir a la potente Croacia, que una vez que pierda pasará a ser “gitana y desunida”.

12. Así como nos encanta adherirnos a teorías de la conspiración y a hablar de árbitros vendidos a la menor provocación, bien haríamos en enaltecer de vez en cuando, aunque sea nomás para variar, la golpeada figura del árbitro. Hasta la fecha se han comprobado muchísimos más casos de jugadores que se dejaron perder que de árbitros que vendieron sus decisiones. Y sin embargo sólo nos atrevemos a sospechar de los últimos. Pues bien: la neta era penal de Jiménez sobre Marcelo. Pero el árbitro no se atrevió a marcar un penal de último minuto a favor de Brasil, seguramente consciente de la que se armaría tras lo ocurrido en la inauguración con su colega japonés. FIFA tiene muchos intereses, la mayoría nauseabundos; pero su primer interés siempre será salvaguardar la credibilidad del juego. Sin ella, se acaba el negocio.

13. A este paso pronto veremos a los alemanes gritándoles «Puten», a los italianos «Putini» o a los franceses «Putó» a los distintos porteros del Mundial.

14. Bonita tradición esa de expandir la cultura mexicana por los siete mares, impulsando a que cobre sentido una acción que siempre se caracterizó por la falta de emoción propia de un cobro que jamás acaba en gol: el saque de meta. Hoy, probablemente sin conocer el significado del grito arremedado, los brasileños le gritaron «Púteo» a Paco Memo (¿y quién sabe? ¡A lo mejor por eso andaba tan inspirado!)