1. Y que Alemania vuelve a su origen. Futbol físico, ordenado, nada preciosista. Olvídense de la versión de hace cuatro años, la que le metía cuatro goles al que fuera; si era Inglaterra o Argentina, mejor. Hoy Alemania vuelve a ser lo de siempre. Abortado el infructuoso plan de conquistar al mundo con romanticismo, ahí van de nuevo a la brava. Más les vale ganar esta vez, porque si no ganan se habrán quedado en medio de la nada: ni buenos, ni bonitos.
2. Y es que esta versión de Alemania es tan aburrida que no da espectáculo ni en la banca. ¿Se han dado cuenta de que Löw ya no se saca los mocos cada vez que la cámara lo enfoca?
3. Götze en la banca, Reus lesionado, Özil en versión zombie… Y Alemania sigue a lo suyo: metiéndose en semifinales. Si empezamos a contar de los mundiales a color a la fecha, encontraremos que en 10 de las últimas 13 ocasiones entraron a semifinales, y en todas, hasta ahora, acabaron entre los tres primeros.
4. Lo cedí sin opción a compra durante una semana, pero Hummels regresa a mi once ideal tras tamaña exhibición que fue mucho más allá de su gol. Mención honorífica a Manuel Neuer. Esta Alemania ya no es la de Özil, Kroos y Goetze, mucho menos la de Schweinsteiger, Lahm y Klose. Hoy se sostiene en tipos como Hummels y Neuer… y bueno, el de siempre: Mueller, aunque hoy anduvo medio chaquetón.
5. Le iba a Francia. Le iba a Colombia. Pero quería que ganara Alemania. Y quería que ganara Brasil. Es lo malo de ser juez y parte, de un modo u otro casi siempre acabas yéndole a los dos equipos y entonces la alegría de un resultado se amarga y la amargura del otro se endulza. Dicho de otro modo, el martes me voy al Mineirao a ver la semifinal: apoyé con todo a Colombia, alenté lo que pude a Francia; pero egoísta que soy, en mis adentros lo único que quería era que esa semifinal que me espera en Belo Horizonte fuera un épico Brasil Vs Alemania en lugar de un deprimente Francia-Colombia.
6. Con esto quiero decir que no hay resultado lo bastante malo como para no encontrarle consuelo. Por ejemplo, hoy por fin no tuvimos ese enfadoso bailecito de los colombianos que ya me tenía casi tan hasta el gorro como el video de los troncos bailando happy.
7. Cuatro goles en dos partidos de 4tos de final. Un tiro de esquina, un tiro libre directo, otro indirecto y un penal. Lo de hoy es ganar así, como ya demostró el Real Madrid, sobre todo en el arrastre propinado al Bayern. Ya no se trata de tener la pelota y llevarla hasta la red, sino de acercarla hasta que un rival te haga falta o la saque por la línea de meta.
8. Que alguien me explique la evolución de Yepes: A los 20 años era malo, a los 30 se volvió malísimo y a los 40, de un día para otro, se comió a Beckenbauer.
9. Hablando de evolución tenemos el dramático caso de Brasil. Del Jogo Bonito al «Toco y me Muevo» para acabar en el «Pego y me Acomodo». Brasil llega a semifinales tras cometerle 31 fouls a Colombia, superando su propio récord de 28 contra Chile.
10. Pues que se recupere pronto, pero para mí el Mundial no se pierde de absolutamente nada sin Neymar. Contra Croacia anduvo bien, pero Óscar fue el mejor. Contra México no dio señales de vida. Contra Camerún, eso sí, se dio un festín: jugaban contra el peor equipo del Mundial, la clase de partidos en los que se siente a gusto. Luego no volvimos a saber de él: ni contra Chile ni contra Colombia. Brasil puede ser perfectamente campeón del mundo sin Neymar: ha demostrado de sobra que su única dependencia está en los defensas centrales.
11. La lesión de Neymar hasta le viene bien a Brasil. Si no ganan, dirán que fue por la trágica lesión de un jugador que (seamos sinceros) de todos modos no los iba a hacer campeones. En cuanto a Neymar, se retira justo a tiempo, antes de que la bola de embrujados que lo ponen a la altura de Messi o Cristiano Ronaldo, despertaran en semifinales tras darse cuenta de que Neymar no sirve para (casi) nada.
12. Por ejemplo, luego de fallar 48 tiros libres en el Mundial, Neymar le concedió una a David Luiz y éste acabó reventando la red de Ospina. Si Francia superó la ausencia de Ribery, Colombia pudo sin Falcao y México sin Vela; Brasil no debería derramar ni media lágrima por Neymar.
13. Como me inmortalicé involuntariamente hoy en SportsCenter: «No tengo nada en contra de la bandera argentina, ni tengo ningún tipo de afinidad por la belga…» pero, albur aparte, ojalá ganen los segundos. Holanda – Argentina sería un lindo y deseable duelo semifinal, pero casi siempre se meten tres gigantes y un colado: resta ver si éste será Bélgica o Costa Rica.
14. Estoy pensando seriamente en mudarme de aquí a que acabe nuestra cobertura del Mundial. Nada personal en contra de Tato, simplemente no puedo vivir bajo el mismo techo de un tipo que sostiene que Neymar es mejor que James Rodríguez.