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Fútbol internacional Premier League

Morir de pie o vivir sentado

Ganó el oro en Londres 2012 recolectando los minutos basura de cada juego. Su fortuna no cambió demasiado en 2013 cuando, a diez minutos del final entró al campo sin intuir que 300 segundos después evitaría el mayor desastre en la historia del ya caótico futbol mexicano. La portería norte del Estadio Azteca no veía un tanto de semejante calibre desde que en 1986 alojara los goles de Maradona y Negrete, pero a Raúl Jiménez nadie le conmemoró con una placa su increíble gol contra el apocalipsis.

Llegados a 2014, su heroico servicio ante Panamá le valió para que le condecoraran con la oportunidad de jugar seis minutotes en todo el Mundial. Cuatro años después Juan Carlos Osorio ubicó a Jiménez a su lado, ahí mismo donde antes le habían sentado Luis Fernando Tena, Víctor Manuel Vucetich y Miguel Herrera. Entró a jugar un ratito en la inauguración contra Alemania y otro más en la despedida contra Brasil. No supimos más de él en Rusia.

Diego Pablo Simeone y Rui Vitoria también disfrutaron siempre de su cercanía. Quizá ello explique que, tres de cada cuatro partidos en promedio, Raúl fuera banca durante su primer cuatrienio en Europa.

Luego ascendió a la Premier League un club que se fio del buen ojo del afamado representante Jorge Mendes y convirtió a ese doctor en suplencia en el fichaje más caro de la historia del futbol mexicano. Nuno Espíritu Santo no solo confeccionó un sistema de laterales profundos, mediocampistas finos y extremos intensos, a la medida de un delantero como Jiménez. Tal era su fe que ni siquiera echó mano de un delantero suplente, un plan B que le compitiera en caso de que Jiménez no se acoplara a una titularidad que desconocía desde su tiempo (nada más dos años duró) en el América.

La Juventus no podría ser un club más distinto al Wolverhampton. Tiene un plantel pesado, plagado de futbolistas con excelente pie como él, pero carente de la velocidad y el desborde que tan bien complementan a Raúl en los Wolves. Además, cuatro partidos seguidos sin gol ahí y ciao paciencia: que prueben al siguiente. 

¿Existe cosa más preciosa que transformarte en el mayor ídolo en la historia de un club? Jiménez camina firme hacia la eternidad. De mantener su nivel tres o cuatro temporadas más, será venerado de por vida en el mercantil municipio metropolitano de Wolverhampton. Pero en el futbol, tan empalagoso romanticismo se ve con malos ojos.

La opinión generalizada es que Raúl debe huir de su bonita utopía. Es ahora o nunca, dicen. No importa lo mucho que le quieran, da igual que sea piedra angular en un entrañable proyecto encaminado a meterse en Champions League. Todo mundo parece desesperado porque Jiménez se juegue su suerte con el reto de volver a un equipo grande… aun so riesgo de acabar sentado ahí donde pasó la gran mayoría de su carrera. En Europa y selección.