Hace no tanto tiempo nos sobraban los dedos de una mano para contar futbolistas mexicanos en Europa. Hoy necesitamos los diez, siempre y cuando no contemos titulares. A continuación un repaso de nuestros embajadores 2010-11.
Nivel A: Héctor Moreno y Chicharito Hernández. Jóvenes, talentosos y dicen que hasta bonitos. Su carrera apenas comienza y ya están en donde deben estar. El defensa acumula experiencia con el convencimiento de que más temprano que tarde jugará en un top 5 mundial; el delantero empezó la temporada como dios manda: jugando en el club de sus sueños. Rafa Márquez y Hugo Sánchez también tuvieron 22 años. Y eran así de buenos.
Nivel B: Andrés Guardado y Carlos Salcido. Juegan en equipos de segunda línea europea y en términos generales han destacado, pero no lo suficiente como para dar el salto después de algunos años. En el horizonte ya no se vislumbran los clubes con los que soñaron cuando PSV y Deportivo parecían un trampolín hacia la fama. Son buenos futbolistas. Y nada más.
Nivel C: Efraín Juárez y Pablo Barrera. Aterrizaron en clubes hechos a su medida, donde hay que picar piedra y lo único grande es la afición. Como Pumas, más o menos. Si realmente son buenos, llegarán a un equipo o liga de mayor relevancia, y ahí sí se les podrá perdonar que de vez en cuando salgan a la banca como tantos de sus ilustres paisanos.
Nivel D: Jonathan, Gio y Vela. A diferencia de todos los demás (menos Chicharito), su objetivo no es escalar, sino mantener el equilibrio ante el vértigo. Hay muy pocos clubes por encima de la cuerda por la que caminan y demasiados por debajo, aguardando para pescarlos tras el declive. Lo de Gio pinta bien este año, Jona deberá madurar demasiado y Vela no encuentra mecha que lo prenda.
Nivel E: Maza Rodríguez. Candidato número uno a seguir los pasos de Osorio, Nery o Márquez. Lo ha hecho estupendamente, pero sinceramente no veo a ningún club apostando por él: si bien lo suyo, lo suyo es sorprendernos. Su contrato con el PSV expira en junio.