Ayer una vaca se cruzó en el camino de Don Carlos en una carretera de Santa Fe, Argentina. Sin margen de reacción, el vehículo Renault se estrelló a gran velocidad contra el rumiante, que murió en el acto mientras el conductor de 62 años salió ileso. En tanto, un camión frigorífico cayó 15 metros por un acantilado en Moquegua, Perú. Domingo Linarez, quien iba al volante, se encuentra herido en el
hospital, pero a salvo. Esa mañana una iglesia en Estados Unidos se redujo a cenizas tras arder en llamas. El Departamento de Bomberos de West Virginia no fue capaz de explicar cómo las biblias del interior resultaron intactas. Cerca de ahí, en un bosque de Carolina del Norte se extraviaron dos hermanas: Leia, de 8 años, y Caroline, de 5. Tras 44 horas de búsqueda, la policía las halló protegidas detrás de un arbusto a mitad de la tormenta.
Si hasta Sergio Ramos se equivocó, ¿por qué Dios no habría de hacerlo?
Probablemente, tras salvar al Real Madrid en Amsterdam pensó que ya no necesitaría de su mediación hasta cuartos de final y entonces se dedicó a hacer el bien sin mirar a quién y sin forzar su máquina de omnipresencia.
Esa es la única explicación razonable para entender cómo, por una noche, cayeron lesionados los del Real Madrid y no los del otro. El porqué esta vez la portería rival y no la propia se encontraba blindada a prueba de tiros al poste. O cómo es que el VAR intervino para estropear los intereses blancos, en lugar de impulsarlos una ronda más. El Real Madrid jugó contra el Ajax tan mal como tantas otras veces… la única diferencia es que ahora cayó eliminado.
No hay dinastía a la que no le llegue su hora, pero también hay mil y un maneras más dignas de derrumbarse. La pregunta no es por qué el Madrid cayó tan feo, sino cómo hizo para ganar tantas Champions cuando en España no ha sido capaz de competir, ya no hablemos de ganar, todas esas ligas desertadas en febrero.
No busquen respuestas de Florentino, ni de sus jugadores. No pueden saber por qué perdieron cuando nunca tuvieron idea de por qué vieron premiadas temporadas tan caóticas. Quizá es lo que pasa cuando malcrías al personal. El Madrid es un equipo dependiente y sobreprotegido que no sabe valerse por sí mismo cuando Dios o Cristiano están en otra cosa.