Categorías
Sin categoría

México, la nueva África

Lo que diferencia a un equipo grande de uno mediano está en el cuándo más que en el cómo. No se trata de ganar como sea, según predican algunos eruditos. Sólo de ganar cuando no queda otra opción. En México parecíamos eternamente condenados a merecer ganar los grandes partidos. Jugábamos como nunca y perdíamos como siempre, jugábamos como siempre y perdíamos como nunca. Pero perdíamos. Y lo que es peor: nos contentábamos con merecer ganar, mientras los demás simplemente ganaban. 

Se dice que este equipo juega los torneos siempre de menos a más. Ocurrió en el Mundial sub 20 (derrota contra Argentina), en Panamericanos (empató con Trinidad), en Toulon (cayó ante Francia) y ahora en Juegos Olímpicos (empate frente a Corea).  Y es que de eso se trata. Los equipos grandes son los que saben dosificar esfuerzos, barajar situaciones: perder cuando hay margen para hacerlo, empatar cuando se trata de sumar puntitos, y ganar sin piedad cuando la cosa al fin va en serio. De nada sirve golear, gustar, agigantarse en la fase de grupos. El tamaño se demuestra en las fases finales, y a México siempre le ganaban las prisas.

Hemos modificado nuestros genes. Nos hemos olvidado de quiénes somos.  Y esta nueva forma de ser está dejando escuela. En este mundo de al revés los niños empujan a los grandes: los sub 17 aleccionaron a los sub 20, los sub 20 mostraron el camino a los sub 23, y a éstos les toca la más fea: explicarle con manzanas a los burros de la selección mayor.

Ahora bien, México estaba obligado a ganar una medalla: era cabeza de serie, tenía buen equipo y el futbol concentra toda la atención y cuidado del que carecen todos los deportes de conjunto en este país. Esta vez ha cumplido su responsabilidad con creces. Más allá de reconocer todo lo que es reconocible, aún a riesgo de la herejía debo sostener mi argumento inicial: el concepto de ganar una medalla de futbol en Juegos Olímpicos está sobrevaluado en este país. Paraguay llegó a la final de Atenas 2004 y no pasó nada.