Estadios repletos cantan eternamente. Football’s coming home (El futbol viene a casa) es uno de los cantos predilectos de una afición que a falta de galardones, le recuerda al mundo que su deporte más querido tiene patente inglesa.
Pero el hijo predilecto anda por casa con tatuajes, pelo largo y arete en la ceja. Lo aman como siempre, pero hace tiempo que dejó de pertenecerles.
El país que no iba a los mundiales por una certeza de superioridad que no le interesaba compartir, es el mismo que años después se encontró caminando a uno por allí y lo hizo seleccionador nacional. Eriksson cumplía notablemente con los requisitos: No era inglés.
Tras un siglo de fracasos en el que, si exceptuamos Inglaterra ‘66, fue incapaz de colarse en cualquier final de Mundial o Eurocopa, sin contar las sistemáticas derrotas de sus selecciones juveniles, el fichaje del sueco no hizo más que terminar de alzar la bandera blanca. Para esas fechas la Liga Premier, la de los mejores goles, llevaba años de espaldas a la tradición inglesa.
Los entrenadores de los cuatro equipos más exitosos de los últimos años han sido, son y seguirán siendo extranjeros. De su mano, la liga inglesa es la única con cuatro representantes en la antológica fase final de la Liga de Campeones que por fin se avecina.
Chelsea es hoy el mejor equipo del mundo gracias a Mourinho; el intratable Arsenal del ejercicio pasado es de Wenger; sólo Ferguson fue capaz de llevar la Copa de Europa a ‘home’ en los últimos 20 años; y Benítez, del Liverpool comparte algo con los otros tres: tampoco es inglés.
Sobre los jugadores no es necesario profundizar, bastan dos botones: En la nómina de 25 jugadores del Arsenal figuran apenas cuatro ingleses. Y el Liverpool colecciona tantos españoles como derrotas. El récord de ocho holandeses en el Barça ya tiene competencia.
A Inglaterra le ocurre lo mismo que a España: la salud de su Liga es inversamente proporcional al malestar de su selección.
Lo acontecido en la Euro de Portugal fue sintomático. Mientras pudo, se aferró a un niño de 18 años… Lesionado Rooney, murió Inglaterra. Una vez más. Y las que faltan.