Iker Casillas y Henri Delaunay se besan por vez primera en Viena. El novio sube al altar vestido de pies a cabeza con la elegancia que sólo irradia del negro. Ella, corazón de metal y coquetos listones en rojo y amarillo suspendidos debajo de sus orejas diminutas, ES alegremente manoseada por los amigos de Iker, luego de haberse hecho la interesante durante 40 años de cortejo.
A cien días de la Euro 2012, la relación iniciada hace casi cuatro años continúa siendo tórrida, apasionada, empalagosa. El idilio entre la selección española y la copa que la acredita como la mejor selección de Europa parece inquebrantable. Con una estabilidad propia de las relaciones duraderas, todo indica que por primera vez en la historia tendremos bicampeón de la Eurocopa. Porque… ¿quién va a ser el guapo que le baje la novia a Iker?
Inglaterra no tiene ni capitán para besar a la novia. Portugal no tiene idea. Francia no tiene alma. E Italia no tiene madre.
Así las cosas, tal y como ocurrió en la Euro 2008 y en Sudáfrica 2010, sólo existen dos selecciones con los argumentos mínimos para despeinar al campeón de Europa y de los siete mares.
Holanda tiene a Robin… sólo le faltan Batman, Superman y Spiderman para hacerle compañía a la hora de los trancazos. Sneijder, Van der Vaart y Robben tienen tres meses para ponerse a tono para la revancha.
Alemania, que en 2002, 2006, 2008 y 2010 sólo perdió siempre ante el inminente campeón tiene todo para acabar con el ayuno, empezando por lo más importante: hambre. Müller y Özil son dos años más buenos que en Sudáfrica 2010, los “veteranísimos” Schweinsteiger, Lahm y Podolski promedian 27 años, y medio mundo está a punto de descubrir a Reus, Hummels, Göetze…
En fin, cien días de soledad… nomás quedan cien.