En mis tiempos ir al Mundial no era tan fácil. No me lo van a creer pero podíamos celebrar un gol del Abuelo Cruz en Canadá, como si de veras. De hecho, la gente aún más ruca que yo vio entre 1970 y 1990 una sola vez a México clasificarse por la vía eliminatoria. Ocurrió en Argentina 78 y fue tan grave el desempeño que aún ahora todos los que lo sufrieron lamentan haber clasificado.
Por más que se ha esmerado en quedar fuera de Brasil 2014, la selección no acaba de conseguirlo. Desde que hay 32 lugares, ir al Mundial es lo más fácil del mundo. ¡Hasta Jordania tiene ya medio boleto!
México ha jugado ocho partidos rumbo a la Copa del Mundo y ganó solo uno (1-0 a Jamaica). Lleva cuatro goles, para un promedio de a medio por juego. Lo increíble no es que México esté fuera de Brasil 2014 a estas alturas, sino que siga con vida. ¿Qué diablos hay que hacer para no ir al Mundial? La respuesta es perder contra Panamá o Nueva Zelanda. Así de fácil, así de difícil.
En su periplo hacia el abismo, hasta las estadísticas han abandonado a la selección. México perdió los dos partidos en los que enfrentó a Panamá este verano. Los del Canal de las Estrellas suman en total cuatro partidos sin ganarle a los del Canal de Panamá en el clásico canalero. Aparte suman cuatro fracasos seguidos en el Estadio Azteca.
En el caso de que Panamá se niegue a paralizar al mundo con un duelo a muerte en contra de Nueva Zelanda, le tocará turno a México. Conviene saber que mientras el Tri repartía pena entre propios y ajenos en Columbus, los All Blacks caían 2-0 en un amistoso jugado contra la poderosa unificación de los Emiratos Árabes, selección eliminada del Mundial tras finalizar vigésimo séptima de la Confederación Asiática. Son tan malos como nosotros, pero tienen la ventaja de cerrar en casa.
Según mis fuentes, Nueva Zelanda gusta de jugar sus partidos como local a las 5:30 PM. Lo anterior indica que pueden ir reservando la madrugada del 19 de noviembre en sus agendas, a menos de que encuentren algo mejor que hacer a la una y media de la mañana. Después de los penales, todos al ángel, como en los viejos tiempos: cuando quedar fuera del Mundial no era imposible…