Categorías
Fútbol internacional Premier League

¿Quién diría?

Un guante en la cabeza; un mantel para el refrigerador; salsa catsup en la ensalada. José Mourinho es al Tottenham Hotspur lo que Ricardo Arjona al Carnegie Hall.

Para empezar Mourinho es un técnico ganador, muy ganador. El Tottenham es un club perdedor, muy perdedor. En ciento treinta y siete años de historia el club londinense suma una liga y dos Copas de Europa menos que el técnico portugués. José ha conquistado 25 títulos desde que empezó a dirigir en el año 2000. La Copa de la Liga edición 2007-08 es todo que ha ganado su nuevo equipo en ese lapso.

Sus personalidades no podrían ser más opuestas. Mourinho encarna a un personaje hostil, agresivo, provocador, problemático y presumido. El tipo que siempre hace de malo en cada película llega a un club que se distingue por su clase y buen gusto, tanto como por su inocencia y frialdad de pecho.    

¿Filosofía de juego? Los Spurs siempre han sido abanderados de un futbol estético,  ofensivo, proactivo. El manual de Mou se rige por todo lo contrario: pragmatismo, defensa y contragolpe.  

Harry Kane, Dele Alli, Danny Rose, Kyle Walker, Harry Winks, Eric Dier y Juan Foyth debutaron todos antes de cumplir 21 años. Mourinho, quien tuvo a disposición a las canteras de Chelsea y Manchester United (las mejores academias del Reino Unido) siempre ha preferido gastar millones de Euros en refuerzos. Al Tottenham le caracteriza justo lo contrario.

Lo más paradójico del tema es que Tottenham Hotspur es un equipo al alza: anclado desde hace unos años en el top 4 de la Premier League y subcampeón de la Champions. Los últimos trabajos de José Mourinho en tanto, han marchado en dirección opuesta: tras ganar la Premier en 2015, no ha dado una.