Categorías
Fútbol internacional Selecciones

Sacrebleu

De entre los seis traspasos más caros del verano pasado, Cristiano Ronaldo y Kepa Arrizabalaga son los únicos que no debutaron en Francia. Kylian Mbappe brotó en el Monaco, Thomas Lemar emergió en el Caen, Riyad Mahrez salió de Le Havre y Naby Keita vio la luz en el Istres. A pesar de haber surgido en tan débil liga, entre los cuatro angelitos costaron 380 millones de Euros. 

En 2011 un tal Eden Hazard destilaba magia en el Lille, un tipo llamado Pierre-Emerick Aubameyang cabalgaba con los colores del Saint Etienne, en el Metz iba y venía un escuálido chico llamado Sadio Mané y Miralem Pjanic -o algo así- encandilaba Lyon con su guante derecho. Pocos se enteraron por tratarse de la débil liga francesa. 

Y eso por no hablar de los franceses: ningún país, ni Brasil siquiera, produce semejante cantidad de cracks en todas las posiciones del campo. Suficiente para hacer tres selecciones de primer nivel. Francia llevó a Rusia 2018 a tres futbolistas que nunca jugaron en la Ligue 1. Once jugadores que emigraron a la Premier League, Serie A, La Liga y Bundesliga tras haber brillado en casa. Y nueve (40% de los convocados) que siguen ahí, jugando en esa liga tan débil… y ganando la Copa del Mundo.

En 2017 el Monaco eliminó al Tottenham Hotspur, al Manchester City y al Borussia Dortmund, antes de caer en semifinales de la Champions League. En 2018 Olympique Marseille se metió en la gran final de la Europa League. Sorprendentes hazañas para dos equipos que juegan en una liga tan débil. 

Ayer el todopoderoso Manchester de Guardiola volvió a sucumbir en casa ante un equipo de jugadores medio anónimos (Aouar, Ndombele, Tousart, Cornet…) que por ahí de 2022 serán super estrellas en los mejores clubes del continente. Fekir ya se tardó. Raro que no haya salido aún de tan débil liga.

¿Y si no lo fuera? ¿Y si nos hemos tragado el cuento de que la Ligue 1 es una competencia menor? El PSG suda tan poco para ganar su liga como Bayern y Juventus las suyas, pero por alguna razón nadie desdeña el futbol alemán e italiano con la facilidad con que ningunea al francés: la liga con mayor talento bruto por metro cuadrado.