Cabalgan caballos negros y siguen el camino que conduce a Wembley. Nunca habían tardado tanto en volver a casa para ver la Champions por televisión.
Schalke 04: Subcampeonísimo de copa, liga y supercopa el año pasado, tal y como la tradición exige a cualquier club que porte sus colores. Aunque toda la información que nos llega indique lo contrario, los koenigsblauen son algo más que el equipo de Raúl. Hartos de ser el eterno ya merito en la Bundesliga, esta vez apostaron todas sus canicas a la DFB Pokal, torneo de copa en el que son finalistas y virtuales campeones; y a la Champions, motivo por el cual coprotagonizan esta columna. El clubque lograra sus mayores hazañas durante la infamia llamada Tercer Reich hace hoy honor a la Bundesliga, consagrada como una de las tres mejores competiciones del continente.
Tottenham Hotspur: El majestuoso Wembley se encuentra a solo 10 millas del ya vetusto White Hart Lane, sin embargo el camino tomado por los Spurs ha sido vía Milán, donde relegaron al campeón Inter a segundo lugar de grupo y después colgaron al Milan de lo más alto de la Madonnina. Tras casi una década de cuatro sopas inglesas, irrumpió el Tottenham en Champions para reemplazar con la mayor dignidad posible al Liverpool. Lo primero que hicieron fue traerse a un futbolista despreciado por el Real Madrid: garantía de éxito inmediato (Sneijder, Robben, Raúl, Van der Vaart…) Y como pese a los nulos éxitos recientes, dinero nunca les ha faltado, al fin lograron conjuntar un equipazo al nivel de los más grandes.
Shakhtar Donetsk: Ya no existen en Europa brasileños con mejor rendimiento que Jadson, Willian, Fernandinho, Douglas o Luiz Adriano: medio campo y ataque de un equipo que ya solo sorprende al tonto que se deje. De vacaciones en su liga desde noviembre por el sol que azota Ucrania en estos tiempos, lejos de resentir la falta de competencia, los mineros fueron los únicos capaces de ganar los partidos de ida y vuelta en lo que llevamos de octavos. Campeones de la Europa League, presididos por un multi millonario de a de veras, y dueños de uno de los estadios más modernos del planeta; a los mineros solo les faltaba dar de qué hablar en la Champions.