España 52, Brasil 43, Alemania 36, Francia 33, Argentina 27 e Inglaterra 24.
Países Bajos 16, Italia 15, Portugal 11 y Bélgica 10.
Croacia 8, Serbia 6, Camerún y Colombia 5; Ghana, Polonia y Uruguay 4; Costa de Marfil, Dinamarca, Gales, Marruecos y Turquía 3; Bosnia, Chile, Corea del Sur, Escocia, Grecia, Irlanda, Kenia, Nigeria, Perú, República Checa, Senegal, Suecia, Suiza y Venezuela 2.
México 1. Igual que Australia, Austria, Bulgaria, Costa Rica, Ecuador, Egipto, Eslovenia, Estonia, Gabón, Guinea, Irlanda del Norte, Japón, Macedonia, Mali, Montenegro, Rumania, Togo y Ucrania.
El nivel futbolístico de los países es una materia tan apasionante y opinable como subjetiva y difícil de calibrar. ¿Qué ha de tomarse en cuenta? ¿Presente o historia? ¿Resultados o potencial? ¿Papel en los Mundiales o durante todo aquello que ocurre durante los 47 meses que separan a las Copas del Mundo?
La UEFA Champions League, como torneo élite en el futbol universal, es una cinta métrica bastante útil para lo que nos trae acá. Nadie llega hasta semifinales de este torneo por casualidad. Se trata de una instancia reservada para los jugadores más capacitados y competitivos del mundo. En los últimos diez años, 365 jugadores han disputado al menos una semifinal de Champions League: apenas uno de entre todos ellos (Javier Hernández) es mexicano.
¿Cuántos niveles hay en el futbol? Eso depende de la cabeza de cada quien. Gerardo Martino acotó el primer nivel a cuatro o cinco selecciones. Pero la simple fórmula de calidad multiplicada por cantidad nos da como resultado un top 10 (España, Brasil, Alemania, Francia, Argentina, Inglaterra, Países Bajos, Italia, Portugal y Bélgica) que no deja lugar a protestas.
El debate, sin embargo, es inevitable, fascinante y polémico: ¿México es una selección de segunda…? ¿…O de tercera?