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El (B)arca de Noé

“Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros (…) y no habrá más diluvio de aguas”. (Génesis 9:15)

A Dios le gusta sellar sus pactos con lluvia. Para ello eligió hace miles de años a un tal Noé y en 2006 ¿quién sabe por qué? a Frank Rijkaard.

El primer tiempo del Barça en el Stade de France fue un tratado digno de Carlos Cuauhtémoc Sánchez: “Cómo morir de nada sin salir campeón en el intento”. Oleguer y Van Bommel, más titulares que nunca, nos regalaron un poquito más de la torpeza que habían exhibido a lo largo de toda la temporada y lograron contagiar al resto. Después: expulsión de Lehmann, gol de Campbell, poste de Etoo, cuatro minutos de compensación y media Champions a la basura.

Nadie sabe en dónde se metió Rijkaard al descanso pero para el segundo tiempo la lluvia inundaba Saint Denis, Larsson ya estaba donde debería estar siempre y Belletti ocupaba el lugar que le correspondía desde el inicio. Lluvia, dos salvadas de Valdés y dos goles. El árbitro silbó el final del partido y de paso, mandó a cerrar inmediatamente la providencial llave de agua. Así, el Barça pudo festejar su segunda Copa de Europa sin tener que mojarse.

Entonces: gritos, saltos, bailes, acrobacias y cantos. Suena el himno del Barça una y otra vez en versiones distintas, seguida por alguna melodía que no viene al caso y una vez más el himno del Barcelona. Los que esperábamos entonar el We are the Champions nos mojamos las ganas. Y es que se cuidó hasta el mínimo detalle, por aquello de que ningún niño se echara a llorar pensando que le tocaban, justo ahora, el maldito himno del Real Madrid.

Dos Ligas y una Champions en solo tres años. Laporta ha igualado el palmarés del todopoderoso Florentino; y con dos ligas más, Rijkaard habrá desmitificado a Cruyff.

En medio de la vorágine de estadísticas y celebraciones, dos notas pasan casi desapercibidas: Henk Ten Cate se marcha al Ajax y la camiseta del Barça seguirá inmaculada. O lo que es lo mismo, Rijkaard se queda sin cerebro y el Barcelona mantiene su identidad luego de mendigar dos años por un sponsor.

Para explicarme bien: El Barça no ganará Copas de Europa en un buen tiempo, pero seguirá siendo el más grande de todos.