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Fútbol mexicano Mexicanos en Europa

El Ocaso

Le bastaron 20 minutos en el campo para poner en peligro una victoria ya amarrada en Zaragoza. Ayer Guardiola no corrió riesgos, y lo mantuvo quietecito en la banca, aún con Piqué fuera de la convocatoria por lesión. Como nadie lo dice, tendré que hacerlo yo: siete años y una docena de Copas después, a la historia de Rafael Márquez en el FC Barcelona le quedan dos meses.

Siete partidos como titular entre Liga y Champions, cuatro completos, y un balance general muy por debajo de la media certifican que el Mundial asoma justo en el declive deportivo del capitán mexicano.

A todos los que dan por hecha su continuidad en el Barça, nomás por su reciente ampliación hasta 2012 (hecho que de consumarse, lo convertiría ni más ni menos en el extranjero con más partidos jugados en la historia del club), vale la pena avisarles que en las ligas del futbol sapiens, ahí donde no gobiernan leyes medievales pactadas por caballeros de tres pesos, solo es posible vender a un jugador si éste tiene contrato en vigor. Si los contratos se cumplieran, no existirían fichajes. Así de sencillo. En mi opinión, el Barcelona renovó a Márquez para: uno, tenerlo tranquilo hasta mayo, por si en algún momento de la temporada llegara a requerirlo; y dos, para compensar su baja con un traspaso de 6 o 7 milloncitos de Euros.

Eclipsado el año pasado por Piqué, y sin ningún chance de discutirle el puesto a Puyol; Márquez dejó de ser la tercera opción de Guardiola en el eje de la defensa, pues hasta el casi ex futbolista Milito (20 meses incapacitado) suma ya seis juegos de titular en lo que llevamos de 2010. Vamos, que Márquez no es el quinto central de cinco en nómina gracias a Chygrynskyi: un temible cono con iniciativa. Y si por casualidad sale titular el sábado en Mallorca, será en el afán de proteger al cuadro que enfrentará días después al Arsenal.

Había una vez un mexicano que jugó en el mejor equipo de todos los tiempos… Colorín, colorado y a soñar con uno mejor.