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Nery Alberto

En 2003 nos enteramos de que un jugador uruguayo del Olimpiakos nació en México. Se llamaba Nery Alberto Castillo, y había nacido en San Luis Potosí por accidente. Luego de estirar y aflojar la cuerda durante tres años y medio, aceptó jugar para la selección de Hugo Sánchez. En 2007, su Copa América fue brillante; luego, no pasó nada.

Tras la salida de Hugo, oportunidades no le faltaron con Eriksson y Aguirre, pero solo dio de que hablar por su exceso de revoluciones en la cancha, y en las salas de prensa. 

Nery perdió cuatro años de su carrera en el Shakhtar Donetsk. Luego de fracasar en las sesiones al Manchester City, Dnipro y Chicago Fire; y resignado a no recuperar ni un Euro de sus 17 millones de inversión, el club ucraniano dejó libre a Nery, quien el año pasado volvió a su amada Grecia,  tras haber metido un solo gol (de penalty) desde 2008.

El año pasado en el Aris, a Nery se le implicó en el amaño de un partido de la Europa League, fue separado del primer equipo tras una escenita al entrenador tras ser sustituido y acumuló muchas más expulsiones que goles. La última, por escupirle en la cara al capitán rival tras ser sustituido. Un caso perdido.

Pero en 2012, sin previo aviso todo cambio. Aris echó al entrenador polaco que tenía borrado a Castillo, lo sustituyó por un portugués y éste obró el milagro. Nery suma cinco partidos consecutivos marcando al menos un gol, para un total de siete en el último mes. Muchos más que en todo el lustro pasado.

Rápido, explosivo, hambriento, certero… cuando está a tope, México no tiene a ningún jugador con sus cualidades. Castillo fue convocado por última vez a la selección en septiembre 2009. Hoy atraviesa su mejor forma desde que deslumbrara en el Olimpiakos, pero su temperamento no cambiará nunca. De hecho, partido a partido Nery sigue siendo una joya para el psicoanálisis.

Con todo lo que ha vivido, se nos olvida que Castillo apenas tiene 27 añitos: es más joven que Oribe Peralta o que Aldo de Nigris. Su único problema es que le faltan dos tornillos.