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Nomamensson

Trescientos treinta y dos mil quinientos veintinueve habitantes fueron registrados en el más reciente censo islandés, datos compilados en 2016. 

Para efectos de armar una selección nacional masculina, afortunadamente más de la mitad son varones, para un total de 171,110 candidatos.

Eso sí, un 7.5% de ellos son de nacionalidad extranjera, lo que nos deja un universo de 158,277 ciudadanos islandeses de sexo masculino.

Claro que se requiere una edad que, para efectos de la práctica profesional del futbol, en ningún caso es menor a los 15 años. Si descontamos a los 33,980 niños de Islandia, todavía podríamos abarrotar el Estadio Azteca con 124,297 hombres mayores de 15 años.

Llega el duro momento de emancipar a los adultos mayores: un 52% de los virtualmente aposentados, lo que aún nos deja a 59,908 hombres entre 15 y 39 años. Así que podemos darnos el lujo de excluir a los 11,019 ciudadanos islandeses de entre 40 y 44 años, asumiendo el riesgo de sacrificar a algún Tottisson o Conejsson en potencia.

El detalle es que Islandia tiene un problema de peso: 24.4% de sus hombres son obesos, de modo que la población susceptible a ser convocada a la selección nacional se reduce a 45,291 individuos: los justos para llenar por primera vez en la vida el estadio de Chivas.

Pero entre ellos, hay que descartar a los 135 malandrines que pagan sus fechorías en la cárcel, a Hafþór Júlíus Björnsson (el animal de ocho metros que interpreta a The Mountain en Game of Thrones), a los 16 seleccionados de balonmano ocupados en mantener a Islandia como una potencia mundial de la especialidad y a todos aquellos trastornados a quienes no les seduzca la idea de correr en calzoncillos tras un balón (único dato no disponible en mi investigación).  

Finalmente, aún debemos prescindir de los 20 islandeses que se ganan la vida pateando una pelota en las mejores ligas de Europa, sin permiso de sus clubes para convivios moleros en Las Vegas. Ahora sí, tras pasar todos los filtros nos queda un milagroso total de 18 jóvenes de nacionalidad islandesa, sexo masculino, más o menos sanos, en libertad y sin planes para el miércoles por la noche. ¿Encima tenían que jugar bien al futbol?