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Reflexiones Mundialistas Sudáfrica 2010

Reflexiones de Sudáfrica 2010 | Día 14

1.- Cómo me gustaría que desfilaran por aquí, uno por uno, todos los que satanizaron a quienes, tras la victoria de México en Bruselas, advertimos que se trataba de la peor Italia de los últimos tiempos. Lo digo sin afán de levantarme el cuello, consciente de ser un iletrado más en materia futbolística incapaz, por ejemplo, de prever que Nueva Zelanda terminaría invicta su actuación en el Mundial.

2.- El tiempo se encargó de relativizar por completo las recientes (y meritorias) victorias de México sobre Italia y Francia. Fueron triunfos históricos, pero incapaces de cambiar la historia por sí solos. Aquellos partidos son mucho más difíciles de ganar… como el de este domingo.

3.- Ya me está gustando el Mundial. No creo en la rebelión de los pequeños, ni me escandaliza el rendimiento de los grandes. Italia y Francia llegaron con pésimos equipos y así se fueron. En el mejor de los casos aspiraban a jugar un partido más para evitar el ridículo. Brasil, Argentina, Alemania y Holanda no se merecen la generalización del debate en torno a los grandes. Incluso España e Inglaterra son harina de un costal más digno. Estoy seguro de que la Final la terminarán disputando dos de esas seis selecciones, como ya ocurrió en Corea 2002 a pesar de tanta sorpresa. Solo Portugal o Uruguay tienen licencia para impedirlo.

4.- No voy a ser yo quien repare en el extraordinario papel que está haciendo nuestro continente, porque el tema lleva tiempo en boca de todos. Pero sí homenajearé a los asiáticos: el futbol oriental progresa, mientras el árabe vuela en dirección opuesta. Corea del Sur y Japón supieron aprovechar las bondades de un sorteo que los acomodó en grupos asequibles, pero lo hicieron con un futbol dinámico, técnico y con atacantes extremadamente despiertos y atentos a cualquier distracción rival. Y lo mejor de todo: sin la menor ayuda arbitral. Mostraron sus credenciales desde el primer día y nunca comprendí cómo «nuestros especialistas» dudaron hasta el último momento de su inminente calificación. Son junto a Estados Unidos las selecciones que más se han preocupado por potenciar el nivel de su futbol y es bellísimo que tres equipos con futbolistas tan trabajadores le hayan quitado rebanadas del pastel a Eslovenia, Grecia y a Dinamarca: típicas selecciones relleno europeo y también ¿por qué no decirlo?, a Argelia, Nigeria y Camerún. De tanto esperar la ebullición del futbol africano, el oriental a fuego lento está haciendo ya sus primeras burbujitas. Si bien hay que señalar que defensivamente, las tres selecciones mencionadas siguen siendo tan malitas como siempre. Eso que ni qué.

5.- Hoy ando más reflexivo y menos cómico que de costumbre, pero tengo que llevar a mi suegra a la terminal de autobuses… ¡No por mi obsesión de colgar mis sesudas reflexiones antes de las 12 voy a poner en riesgo que se quede en casa un día más! Por ello, en una salomónica decisión publico esta mitad del post y ya de vuelta actualizaré con los puntos restantes.

6.- Aquí voy de nuevo. Retomo el punto 4 de la emergencia «asiamericana» para exponerla estadísticamente. Desde que la Copa del Mundo incluye fase de octavos, Europa siempre calificó a 10 selecciones, con excepción del Mundial pasado, cuando fueron once. Pues bien, en el mejor de los escenarios (con España y Suiza calificadas… que lo dudo) esta vez habrán avanzado apenas siete; y ya que encima se cruzan, quedarán solo tres para cuartos de final. Por primera vez un Mundial será algo más que la Euro reforzada por Brasil y Argentina.

7. Ya que estamos de homenajes, ¿Se acuerdan del senegalés Diouf en 2002, del marroquí Hadji en 1998, o del árabe Owairan en 1994? Futbolistas que encontraron sus dos mejores semanas de futbol en el tiempo justo, en el lugar exacto para inmediatamente volver al mundo terrenal del que nunca debieron haberse escapado. Ya lo había admirado en algún partido del CSKA, pero hoy me declaro fan incondicional de Keisuke Honda. Si su jugada la hubieran hecho Cristiano, Xavi o Rooney, nuestras bocas seguirían tres días más destilando baba. Confío en que a diferencia de los futbolistas citados, el japonés esté a la altura y en verdad se trate del relevo que tanto ha esperado Oliver Atom.

8.- La FIFA le regaló un grupo en el que no había manera de quedarse fuera, el portero paraguayo Villar le obsequió un gol en el primer partido y contra Nueva Zelanda fue el árbitro quien le dio un penal a manera de ofrenda. Por primera vez desde diciembre Italia no recibió ningún presente… y quedó fuera. Nos había acostumbrado a ganar sin merecerlo, tanto que ya estábamos resignados a que de alguna u otra manera se saldría con la suya… por pura costumbre. ¡Y vaya que estuvo cerca! El futbol por fin le cobra una a la selección italiana, pero tampoco debió tener tanta saña… ¡Un gol de primera intención tras saque de banda! Me chuté en vivo decenas de juegos de los Valedores de Iztacalco y jamás contemplé algo semejante.

9. Pasaron 40 partidos para que alguien nos enseñara cómo domar de tiro libre a ese chinito enfadoso llamado Jabulani… ¿Quién iba a decir que serían los japoneses?

10.- Sea comos sea Italia y Francia están fuera. Nunca es tarde para reconocerle a la Selección Mexicana el enorme mérito que significa haber avanzado a octavos de final durante tantos mundiales seguidos. Tremenda regularidad y constancia no ha estado al alcance ni de las más grandes potencias (Argentina, Italia, Francia, Holanda, Inglaterra…) No es conformismo, ni sacar el paraguas por si llueve el domingo… es la mera realidad. Aunque no lo valoraremos hasta el día en que nos volvamos a casa al tercer partido.

11. Y luego nos quejamos cuando los futbolistas no quieren dar entrevistas. Obvio… ¡siempre llevan las de perder! Cuando un jugador está delante de un micrófono solo pueden ocurrir dos cosas: nada, en la mayoría de los casos; o una metida de pata, que es la apuesta de todo reportero que se precie. Lo digo porque en Televisa entrevistaron a Rafa Márquez en la concentración mexicana y éste, en medio de lo del «duro rival», «estamos mentalizados», «tenemos mucha ilusión» y demás frases que llevan repitiéndose una tras de otra por décadas y décadas… soltó algo así como que «ya son demasiados días y no hallamos qué hacer, nos la pasamos jugando al Play Station para desaburrirnos y que pasen los días rápido». Unos aquí rascándole minutos a cada día para no perdernos nada del Mundial y otros ahí, pasándola mal en vez de disfrutar del momento y el lugar irrepetibles… o ya de perdis estudiar cada uno de los partidos en todo el tiempo libre que tienen para ver televisión.