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Reflexiones Mundialistas Sudáfrica 2010

Reflexiones de Sudáfrica 2010 | Día 31

1.- Seguro que les será familiar el síndrome del domingo por la noche: ese momento, inversamente proporcional al del viernes por la tarde, en el que dejas de disfrutar el fin de semana: moralmente estás tan abatido que en la práctica ya ha empezado tu lunes. De chavos, dos veces al año esta sensación resulta especialmente virulenta: los domingos previos al regreso a clases después de vacaciones. Ya de adultos el síndrome es un poco menos agresivo, salvo por un domingo cada cuatro años. Como este. Apunten: faltan 1,433 días para Brasil 2014.

2.- Algo tiene esa Copa (¿por qué le llamarán así si no tiene forma de vaso con pata?) que la hace muy pero muy diferente del resto. Es mágica, algo así como el santo grial de nuestros tiempos. Inenarrable la energía que irradia a los ojos de todo fanático que se precie.

3.- Cuando a seis meses del Mundial me alineé en la Guía 2010 de este blog con todos aquellos que pensaban que España era la favorita, me enfrenté a dos terceras partes de quienes conformamos FutbolSapiens, que en mi contra argumentaban la historia de fracasos y falsas expectativas de una selección que nunca pudo jugar ni siquiera una semifinal. El principal legado de Sudáfrica 2010 es recordarnos que el libro de la historia jamás se cierra. Alemania apareció hasta 1954, Holanda y Argentina no existieron antes de los ’70, y ni siquiera Brasil nació grande.

4.- ¿Eso quiere decir que la Copa del Mundo está abierta para cualquiera? No. Para ello es menester ganar seis de siete partidos, y solo los equipos que cuenten con varios de los mejores futbolistas del mundo serán capaces de sobrevivir hasta la Final. Nos equivocamos quienes profesamos aquella doctrina que establecía que únicamente habían tres formas de ganar la Copa del Mundo: a) Llamarte Brasil, Italia o Alemania; b) Ser organizador y tener cierto potencial (Inglaterra, Francia, Uruguay y Argentina); c) Aferrarte a un milagro (Maradona 1986) y Uruguay (Maracanazo 1950). La victoria de España abre un inciso “d)” que desarticula los tres anteriores. Lo único que cuenta es la suma de talentos que se tiene en el presente: al pasado solo recurre gente como yo para tener de qué hablar.

5.- Para darnos cuenta del equipazo que tenía España, les planteé hace tiempo un ejercicio que ahora retomo. Una hipotética España B alinearía con: Reina, Arbeloa, Albiol, Marchena, Navas, Javi Martínez, Cesc, Silva, Mata, Torres y Llorente. Un dream team en la banca. Ahora pensemos en una España C con Valdés de portero y todos aquellos que ni siquiera fueron convocados: Pablo Hernández, Arteta, Riera, Senna, Cazorla, Güiza, Negredo, Bojan… Si España hubiera podido llevar tres oncenas al Mundial, sería al futbol lo que Estados Unidos a los 100 metros planos.

6.- España es ahora mismo campeón mundial de los dos deportes más practicados profesionalmente en el planeta: futbol y basquetbol. Y en lo que a deportes individuales se refiere cuenta con el mejor tenista, el mejor ciclista y el mejor motociclista del mundo. ¿Algo están haciendo bien, no? Si México quiere elevar el nivel de su futbol, deberá empezar por fomentar una cultura polideportiva. Canalizar toda nuestro interés en un solo deporte tiene consecuencias fatales.

7.- Mis segundas más sentidas disculpas se las envío a la FIFA por haber asegurado que ignorarían al que finalmente fue el mejor hombre de este Mundial: Diego Forlán. Si hacemos un balance de los siete partidos que jugaron las cuatro mejores selecciones, concluiremos que ninguna individualidad española se alzó demasiado por encima del resto. El protagonismo inicial de Villa fue cediendo ante una España que a partir de cuartos fue mucho más coral y en donde destacó el bloque por encima de todo. Sneijder hizo un Mundial perfecto, pero desapareció en la Final. El único que podría discutirle el balón de Oro a Forlán se llama Thomas Mueller, pero FIFA optó por darle trato de amateur. Eso sí, dicho sea de paso: un Mundial sin máximo goleador no es Mundial.

8.- Mis más sentidas disculpas se las reservo a Don Benito Archundia por haber insinuado ayer que le faltaba todo lo que a Forlán le sobra. Está claro que FIFA tenía aleccionados a los árbitros para que, pasara lo que pasara, no permitieran que un partido se jugara 11 contra 10 desde el minuto cinco. No se me ocurre ni una sola agresión más nacida para ser tarjeta roja que una plancha en el tórax, como la que sufrió Xabi Alonso. ¿Un puñetazo en la cara? No. ¿Un cabezazo como el de Zidane? Casi. ¿Un disparo a quemarropa con arma de fuego? Pues sí… aunque dependiendo del calibre de la bala.

9.- Ya que hablo de ofrecer disculpas, Sudáfrica se ganó unas cuantas millones de ellas… ¿Cuántas veces en los últimos seis años escuchamos que Sudáfrica no iba a poder, que la organización sería un desastre, que visitar aquel país era una acción suicida, que el terrorismo tendría barra libre, que las comunicaciones se colapsarían y la señal de los partidos se caería mil veces, que los estadios no iban a estar listos, etc, etc, etc? ¿Qué pasó con los apocalípticos? ¿Todo bien?

10.- Retomo el tema de los árbitros. Partidos como el de ayer son mi principal defensa para encarar a todos aquellos que se refugian en malos arbitrajes para justificar derrotas, eliminaciones, fracasos y reclamar histéricamente el uso de tecnología. El trabajo de Howard Webb fue sumamente perjudicial para España, pero yo pienso que en el futbol tienes que ser lo suficientemente superior a tu rival como para que los errores arbitrales, por clamorosos que sean, queden en anécdotas tan pasajeras e irremediables como las fallas de tus futbolistas. España fue tan superior que ahora nadie se acuerda de un árbitro que hoy acapararía todas las portadas si Holanda hubiera ganado el Mundial en penales.

11.- Díganme una cosa: ¿Fui el único iluso que albergó la instantánea esperanza de que tal vez, solo por esta ocasión HSBC no nos daría una patada en los huevos al terminar los himnos? ¿Alguien a parte de mí hizo berrinche por sexagésima cuarta ocasión consecutiva al ver que nos cortaban los saludos previos a la patada inicial? Por cierto, ¿se chutaron los comerciales del medio tiempo? Igual de bien producidos que los del Super Bowl, ¿verdad?

12.- Dos finales perdidas en menos de dos meses. Arjen Robben y Mark Van Bommel se unen al club del infortunio en el que Michael Ballack ostenta el cargo de miembro fundador.

13.– Manantial del medio campo, fino, exquisito, ganador de Ligas, Champions (incluido un gol soñado que siempre quedará asociado a esta competición). Serio, tímido, casi inexpresivo. Ganador de la Eurocopa y anotador del gol que le dio a su selección el primer Mundial de su historia. Alopecia prematura. Estoy hablando de Zidane, pero bien podría estar recitando la ficha de Andrés Iniesta. Que Dios me perdone pero son dos gotas de agua.

14.- Está fuera de toda discusión que el nivel de los clubes más importantes es inmensamente superior al de los mejores representativos nacionales, ya que éstos no pueden abastecerse de los mejores por más recursos que tengan y por lo tanto, los cracks del mundo se encuentran más repartidos entre selecciones que entre clubes. Dicho esto, la victoria de España con siete titulares del Barcelona (que se encargaron de anotar el 100% de los goles) es un argumento más, de bastante peso por cierto, que contribuye a mi postura de encumbrar a este Barça como el mejor equipo de todos los tiempos. Ya no por la rapidez y precisión de su futbol, ya no por el 2-6 en el Bernabéu, ya no por su temporada de seis títulos, ya no por ganarle cuatro veces seguidas al todopoderoso Real Madrid, ya no por hacer 99 puntos en un solo torneo. Casillas, Xabi Alonso, Sergio Ramos y hasta Capdevila contribuyeron al éxito, pero quien no quiera ver que el Barcelona hizo campeón del mundo a futbolistas que por sí mismos tienen tiempo de no ganar nada, al menos que lo lea.

15.- Más allá de que la cadena de victorias por 1-0 que la condujeron peldaño a peldaño a alzar la Copa del Mundo indique lo contrario, el triunfo de España sobre Holanda es el triunfo del futbol propositivo. Es la victoria del Bayern sobre el Inter que los románticos seguimos anhelando. Es la reivindicación de que hay muchas maneras de explotar tus recursos para ser el mejor, pero que al final jugar amablemente es el camino más rentable. Por eso Brasil tiene 5 Mundiales e Italia 4. Por eso España llegó a 1 y Holanda _quién iba a decir que un día se convertiría en el paradigma del futbol poco propositivo_ se quedó en cero.

16.- Ni siquiera hizo acto de presencia el día de la inauguración, ¿Dónde se metió ayer al momento de la premiación? ¿Qué onda con Nelson Mandela? Para mí que el Mundial le valió un pepino.

17.- Un solo cambio a mi 11 ideal que queda así, con Xavi y Busquets como principales damnificados.

_____________________Iker Casillas_________________________

Sergio Ramos____Diego Lugano____Carles Puyol____Gio Van Bronckhorst

___________________Bastian Schweinsteiger ___________________

Thomas Mueller__________Wesley Sneijder_______Andrés Iniesta_____

____________Diego Forlán_________David Villa_________________

18.- Una película, un libro, un Mundial de futbol lo juzgamos en gran medida en torno a la sensación que nos deje su final. Una vez que resistimos al impulso de salirnos de la sala de cine, de sellar el libro en la página 50, o de no volver a prender la tele hasta que acabe la Copa del Mundo; solemos ignorar todo lo que nos llevó hasta ese fin que lo arruina o lo justifica todo. Siento que Estados Unidos ’94 fue de lo mejorcito que me ha tocado ver, y si medio mundo dice que fue horrible es por el sabor de boca que dejó la Final. Alemania 2006 en contra parte, tuvo un último partido con descargas emocionales muy superiores al resto y por eso en el balance no pareció lo malo que a mi gusto sí fue. En el caso de Sudáfrica 2010 la Final fue fiel reflejo de los otros 63 partidos: intensa, parcialmente emocionante y en términos generales poco vistosa.

19.- Alemania 2006: 6 tiempos extra, 4 tandas de penales; Corea-Japón 2002: 5 tiempos extra, 2 tandas de penales; Francia ’98: 4 tiempos extra, 3 tandas de penales; EU ’94: igual que 1998; Italia ’90: 8 tiempos extra, 4 tandas de penales; México ’86: 5 tiempos extra, 3 tandas de penales… Sudáfrica 2010: 4 tiempos extra, 2 tandas de penales. Como no encontré eco a mi reflexión de hace dos días, me rasqué con mis propias uñas. La respuesta es sí: ayer terminó el Mundial más apto para cardíacos.

20.- A partir de la tercera semana, justo cuando los juegos mejoraron ostensiblemente, no volví a escuchar una narración y decidí disfrutar los partidos únicamente con el sonido de panal de abejas que Sky tuvo a bien ofrecer. Tampoco vi en todo el Mundial un solo programa de análisis en ninguna de las cadenas. Hoy era el último día para ver de qué me perdí, así que dejé lo que estaba haciendo para tomar el control remoto y empezar un zapping que terminó por aburrirme a los 11 minutos. ¡Qué tiempos aquellos con José Ramón, Gómez Junco, Valdano, Menotti, Brozo, Ponchito, Ponchito virtual y hasta Mercedes García Ocejo! Terminados los partidos, la oferta de hoy en día es de cuarta.

21.- Aunque les choque, paso a autofusilarme una reflexión del día 15: “¿A cuántas personas entrañables conoceremos? ¿De cuántas nos olvidaremos? ¿Cuántas veces lloraremos, nos alcoholizaremos, besaremos de aquí a Brasil 2014? Se nos fue ya el Mundial y la mayor parte entre pura queja. Siempre inconformes. Apelar al nivel de aburrimiento en los partidos de la Copa del Mundo se ha vuelto un cliché cada cuatro años. No eres cool si no lo criticas. Y será la nostalgia de la que les hablo, pero yo pienso que después de todo no ha estado tan mal. Las lágrimas del norcoreano, el gol de Donovan en el último minuto, la fantasía de Honda ante los daneses, la hazaña eslovaca, el Uruguay – Ghana, la exhibición alemana… Señores, díganme si miento: la Copa Mundial de la FIFA sigue siendo, de largo, el mayor espectáculo del mundo. ¡Imagínense si además de eso fuera perfecta!»

Y 22.- Luego de haber cubierto las últimas Eurocopas, Juegos Olímpicos, Copa América y Mundial; quedarme fuera de Sudáfrica 2010 me hizo sentir un tanto trasquilado. Sí. Ansiaba disfrutar por la tele un evento de estos como hacía de niño. Y por un montón de situaciones que no viene al caso enumerar ahora pude cumplir mi deseo, aún conviviendo con el gusanito de estar tan lejos de la acción. Les juro que no me sentiría tan bien si no fuera por ustedes, que a través de FutbolSapiens me hicieron entregarme a este Mundial todos y cada uno de los 31 días… Bueno, menos cuatro o cinco que los dejé sin reflexiones. De veras, gracias. Gracias por hacerme reír con sus ocurrencias, por corregir mis deslices, por esperar mis reflexiones hasta la 1 de la mañana. Gracias por chutarse la salvajada de 22 reflexiones con las que me empalagué el día de hoy, gracias por ser una comunidad con semejante grado de implicación para este sitio, y gracias por saturar de visitas nuestro aún modesto recinto (7,600 visitas el día después del México – Argentina, por ejemplo… ¡¡¡7,600!!!) Aunque suene a despedida, intentaré que a partir de mañana el blog siga haciéndolos sonreír y de vez en cuando pensar, de modo que en la medida de lo posible funja como antibiótico para combatir la epidemia de síndrome de domingo por la noche que ciertamente nos aquejará a todos por un buen rato.