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La selección albiverdeste

Las selecciones no representan a sus patrias. ¡Brincos diera España si así fuera! Dios libre a la próspera Noruega de ser encarnada por un equipo de futbol tan chafa. Lo que  sí refleja cada selección es la realidad social de su deporte. Son turcos quienes se abonan mayoritariamente al futbol federado en Alemania. Son hijos de inmigrantes quienes se toman en serio la práctica del futbol en Francia. Son sudamericanos los que dan vida a la liga mexicana. ¿Qué pensaríamos si en Estados Unidos se les exigiera más a Hérculez Gómez, a Joe Corona o al Gringo Torres por su doble pasaporte? 

Javier Aguirre quebró el mito cuando apadrinó a Gabriel Caballero. Pudo ser un caso aislado pero se convirtió en tendencia el día en que La Volpe se llevó a Sinha y a Guillermo Franco al Mundial. Luego llegaron Ayala, Vuoso, Leandro, Damián… La decisión está tomada desde hace mucho tiempo: México juega con naturalizados. Y sin embargo el debate no se resigna a morir víctima del hábito. 

Por cuestiones de logística, los extranjeros que triunfan en México consiguen el pasaporte cuando ya está en marcha la curva descendente de sus carreras. No hay naturalizados de 25 años y si los hubiera, alimentarían aún esperanzas de jugar en la selección que los hizo llorar de niños. México se convierte así en el plan B para ir al Mundial.

No obstante, una vez que la Secretaría de Relaciones Exteriores y la FIFA los bendicen, los mexicanos de nacimiento y los mexicanos por naturalización tienen los mismos derechos, pero también idénticas obligaciones. Llamar a los segundos únicamente en caso de emergencia está mal. Exigirles que destaquen significa reconocer que son menos mexicanos que el resto y que por ende han de compensar de alguna manera esa falta de mexicanismo para justificar su convocatoria. 

Cualquier seleccionado está obligado a marcar diferencias, que para eso es seleccionado. Convocar a un naturalizado debería ser algo tan natural como preferir al Chaco sobre el Chispa Velarde. ¿Para qué seguir tomando frutsi cuando ya tienes licencia para comprar cerveza?